– Si es que hay una carrera en Ronda que organiza la legión y QUE TIENE 101km… – ¿Cuántos?
Ojiplatico me quedé. Esa fue la primera reacción que tuve cuando me contaron hace unos 6 años sobre la existencia de esta prueba. La primera vez que escuchas esta cifra piensas “menuda locura” menudos fieras los que consiguen recorrer esa distancia, ¿no paran? ¿comen? ¿duermen? ¿Dónde está el baño? Muchas son las preguntas que te afloran en la mente y más siendo un pipiolo de 19 años.
En 2014 tras 2 intentos fallidos de inscripción y tras otro intento fallido de acabar la carrera, puedo decir que soy uno de esos locos que recorren 101 kilómetros. Ahí va mi crónica:
4 de Enero… sí, 4 de Enero (el día de mi cumpleaños), conseguir plaza es una proeza en sí y ahí estaba desde las 9:30 de la mañana con dos ordenadores preparados con 80 pestañas cada uno (por si se colapsaba la página web) para que llegara las 10 y solo tuviera que hacer un clic a las 10:01 ya tenía dos dorsales. Primer objetivo cumplido.
10 de Mayo (así, del tirón) son las 6:30 no necesito ni despertador para ponerme en pie estoy activo pero sin nervios, mi compi llega a mi casa en una hora, es Antonio un amigo de los de verdad, con el que se que “o llegamos o morimos juntos” y viene desde Austria solo para cumplir la promesa que nos hicimos el año pasado cuando yo no podía más en el Cuartel y él se retiró conmigo, terminar la carrera.
Llegamos a Ronda con todo montado, en vez de a una prueba deportiva parecía que íbamos de camping: mis padres, la perra, sillas, neveras, hasta una sombrilla! Un auténtico espectáculo sacar las mochilas del maletero.
Ya instalados en el estadio busco a Enrique, no le ponía cara así que vía wassap y vía “búsqueda de camiseta lechuguil” conseguí encontrarlo. Nos presentó a su amigo, hablamos sobre estrategias de carrera, tramos duros, el postureo de la gente en la salida, todo esto mientras estábamos muy incomodos (nótese la ironía) tumbados en el césped a la sombra. Llegó la hora y tras los 3 reglamentarios ¡vivas! Cruzamos la salida, haciendo lo normal cuando empiezas a toda pastilla una carrera… Una foto con la cabra de la legión!
Empieza la carrera, Antonio y yo a ritmo caminando desde el minuto 1 ese es el plan hasta Setenil en cuanto pique hacia abajo correr y todo lo demás caminando a ritmo. Dejo atrás a Enrique y su amigo después del primer avituallamiento “va con él así que sin problema” pienso yo.
Km 22. Avituallamiento nº5. Primera parada “gorda” nunca un donut estuvo tan bueno, todo va genial. Tiramos para delante, dirección Arriate y como ya pensamos la atravesamos entera corriendo hasta el inicio de la primera subida interesante del día.
Km 32.Avituallamiento nº7. Encontramos al amigo de Enrique y nos cuenta que se quedó atrás sobre el km 14. Ponemos caras de “joe se le complica la cosa pronto”, está preocupado porque no sabe nada de él.
Allá sobre el km 40 me sentía KO, una recta enorme, sin sombras, sol de lleno, calor, empezaba a desmoralizarme, me estaba quedando sin agua y no veía el momento de encontrarme con un avituallamiento cuando a lo lejos vemos algo… algo verde… una sombrilla… MIS PADRES! Ahí estaban los tíos en medio de la nada, en el sitio justo con el chiringo montado como si fuera un oasis. Agua fresca, relleno botella, SENTARME 10 segundos a la sombra y un zumo, como nuevo.
Llegamos a Setenil a las 8 y media, había un ambientazo tremendo y nada más que por eso decidimos corrernos la subidita atravesando los bares. La ocasión lo merecía. Allí estaban mis padres de nuevo, filetito empanado, agua fresca, zumo, vamos bien aunque con una ampolla en cada pie, pero eso no es nada.
Metros más adelante volvimos a parar (en la oficial esta vez) comimos de nuevo, chocolate, sándwich y ojo “los pistachos de Marc Cavendish” me resulto muy gracioso eso. Allí teníamos de un lado al famoso SuperPaco y donde los demás comíamos un cacho de naranja, él tenía su naranja, sacaba su navaja y como si estuviera en su casa el tío. Del otro lado estaba CarmenMiau, que algunos la conoceréis con su marea naranja, descansando, iba genial ella. A lo tonto casi una hora en Setenil…
Comenzamos mi lucha con la montaña que me hizo reventar el año anterior, mucha calma, concentrado, ritmo pausado pero para adelante, a los 2 kilómetros mi amigo Antonio tiene que parar, algo en el dedo le roza muchísimo de golpe y camina a duras penas, saco mi arte de MacGyver , con un clínex y unas tiritas consigo arreglarle el pie.
Comienza la trampa… digo la bajada hasta el cuartel, cuando a mitad de ella paso a alguien, miro y era mi amigo Fran, sabía que la hacía pero no había conseguido verle en todo el día. ¿Cómo vas? Voy mal mareado, con ganas de vomitar, pff me voy a tumbar…. Eso me sonaba bajada de tensión, exactamente igual que a mí el año anterior. Le di un gel y unas galletas, pies en alto y cuando íbamos a llamar, justo llega protección civil al punto. Perfecto! Él se retira, sé que el año que viene volverá. Nosotros seguimos controlando la bajada, estoy deseando llegar al cuartel, sobre todo para superar mi barrera psicológica, sé que puedo pero tengo miedo de caer de nuevo, voy muy concentrado…
Si! Llegue al cuartel (12:45) y en la misma entrada estaban mis padres una vez más, me meto en el coche, filete empanado de nuevo, tortilla, noto como la tensión me está bajando… pero no, esta vez no. Me tomo un batido de chocolate y mejoro bastante. Mientras tanto mi padre me arregla uno de los bastones que se me había roto en la bajada. Abandono la comodidad del coche y entramos finalmente al Tercio, me pido el caldo, cocacola, la mochila… estoy comentándole a Antonio… donde estará Enrique solo por ahí se le va a hacer muy dura, abro el wasap y veo los mensajes… ¿está aquí? Miro por encima y le veo en la cola para la comida. Menudo máquina como ha recuperado el tío. Nos cuenta que hizo algún amigo por el camino como el famoso “Algeciras”, los planes para la bandera primeguis, etc…
Allá que nos lanzamos los 3 a por los últimos 25 kilómetros, solo 3 subidas y 2 bajadas, Quique hacía de guía sacando su recurrida libreta del corredor (que para eso está) yo por aquel entonces ya tenía muchas ampollas en los pies y dos reventadas por el camino así que cada paso iba a estar caro.
Comprobamos que la “teoría del pis” de Enrique es cierta. Si tienes ganas de orinar, es que vas bien y yo le hable de mi símil de los coches con las personas en las carreras: si vas mal de ruedas medio lo puedes solucionar, pero como estés mal de motor no tienes nada que hacer parece que le gustó. Antonio tiró de nosotros 2 con un ritmo perfecto, sin tirones, sin descolgarnos, él primero, yo después y Quique detrás subía sin bastones como un campeón a nuestro ritmo, los “Enrique!! ¿vas? Sí! Voy!” se hicieron clásicos durante la noche, subir a la ermita… por ahí decían que la subida acababa cuando se llegaba a la luna y no estaban desencaminados. Finalmente llegamos a Montejaque, ni sombras, ni solos, ni leche manchada… café de la legión el mejor! Pasamos Benaojan! Penúltima subida, mi tensión empieza a bajar (algo malo si vives en un constante 6 9) así que echo mano de geles y me meto un chute que tenía preparado por si me pasaba algo por el estilo, me vuelvo a concentrar, en el próximo avituallamiento 2 cafés, tengo que llegar…
Se hace de día, no queda nada, vemos el amanecer con Ronda al fondo, es precioso, aunque lo sería más si yo no fuera caminando como Robocop montado a caballo entre tanta ampolla y rozaduras… Sabemos que Chema y Natalia están en Ronda, llevan allí todo el día y toda la noche, nos están esperando, ellos representan el valor más grande que para mí tiene este club “el compañerismo”. Antonio sigue tirando de nosotros, Quique lo quiere fichar de liebre, cada paso ya es una mezcla de suplicio y cachondeo por las formas de caminar, estamos debajo del “Tajo” sabiendo que lo íbamos a conseguir. Ultima cuesta y se escucha… ¡arriba esos primeguis campeones! Era Chema que nos llevaba buscando un rato, unos metros más arriba estaba Natalia gritándonos para animarnos…
Últimos metros, entramos en Ronda, desplegamos la bandera Primeguis, la gente que nos ve aplauden, felicitan. Recta de meta llena, estamos muertos pero la hacemos corriendo por la gente, por la carrera, por la ciudad, por el equipo y por nuestro orgullo propio, justo antes de entrar en el parquecito saltan mis padres del público cuales espontáneos para animarme emocionados, cruzamos la meta. Lo hemos conseguido. Llegamos juntos, promesa cumplida con mi amigo Antonio y descubrimiento de una gran persona en Enrique. Una mezcla de rabia acumulada me invade el cuerpo, rabia guardada del año anterior y rabia de haberle ganado a la carrera. Tenia ganas de llorar, de gritar, de pegarle a algo… Esta vez he vencido, te veo el año que viene.
Enhorabuena compis!! Enorme lo que habéis logrado!! Me ha encantado la crónica, metiéndome de lleno en la carrera y donde desprendes muchos sentimientos en esos últimos metros/palabras.
Enhorabuena a los tres por haber acabado los míticos 101, ya soys cientouneros!!!
La palabra que más veces utilicé en la carrera fue, sin lugar a dudas, gracias.
Para ti, Álex, y para Antonio el «gracias» más emotivo. Y como bien dices, el año que viene más…y seguro que mejor.
Solo puedo decir INCREIBLE y que me entran ganas el año que viene hacerla yo!!!
Gran cronica Alex y me alegro que le hayas vencido a los 101 y gracias por compartir vuestra experiencia.Enhorabuena cientounero.
Alex muchas felicidades y para tu amigo Antonio dáselas de mi parte, el año que viene yo tb voy a intentarlo a ver q tal…
Enhorabuena!!! Magnífica crónica!!!
Alex, me quito el sombrero ante ustedes. ¡¡¡ ENHORABUENA !!!
Alex, te digo lo mismo que a Enrique!!! Me ha encantado leer la cronica y de leer lo que sentisteis mas alla del dolor y la dureza!!!! Tengo que decirte que no confiaba mucho en tus posibilidades de conseguirlo cuando me entere que te apuntabas a los 101, porque no tenia conocimiento de que hubieras entrenado para ello pero!!!!! COMO ME ALEGRO POR HABERME EQUIVOCADO!!! Como he dicho con la cronica de Enrique, ENHORABUENA CAMPEON!!!!
Enhorabuena por el logro conseguido, felicitarte por tu cronica y como no por tu esfuerzo mental y fisico que tuvo su recompensa, tiene mucho merito terminar una prueba de esa dureza, Felicidades.
Alex enhorabuena, que crónica tan bonita¡¡¡¡¡
felicidades , ya me gustaria vivir esa experiencia.
Crónica emocionante como la prueba que has terminado. Ya eres cientounero y con ganas de mas, enhorabuena!!!!