PACOCORRER.
Gracias a Javier «Miarma» por cederme el dorsal para poder correr esta edición de la PINSAPO TRAIL.
Gracias a mi familia que aporta soporte a lo que hago sin sentido, pero consentido.
Gracias a Jesús por sus consejos, que me han ayudado más de lo que él cree en esta carrera.
A Sergio e Isa por darme la sorpresa al estar esperando en meta. ¡¡Qué alegría!!
A mis compañeros de viaje: Sonia, todo pundonor y mente limpia. Walter, magnífica persona, y Mami, no cumplí mi palabra de acompañarla un tramo. David, todo corazón des-entrenado.
A Carmen Navarro. No sé como vestirá, pero como persona es elegancia.
Por qué corro más de cuatro horas seguidas yendo a tope y terminando reventado hasta los tuétanos, hasta no poder mover ni una ficha de ajedrez; y ni pensar jugar a las damas…
¿No quedan libros que leer? ¿No hay canciones que oír? ¿Conversaciones de amigos perdidas? ¿Alguna deficiencia psicológica, alguna carencia afectiva, alguna caries en el alma que no se toca, mas queda balbuciendo en el aire como corpúsculo invisible? ¿La necesidad mortal de ponerse a prueba continuamente, una y otra vez, para demostrar que soy finito?
Siempre me re-encuentro conmigo. Es como volver a atrapar un «yo» que se deshace y recuperas lentamente corriendo. A lo largo del recorrido paso por fases en las que ese «yo» vuelve a mí más fuerte y recuperado, al tiempo que quien corre se siente más cansado físicamente, pero más despejado mentalmente. Es estar cerca del todo…, y de la nada. Conseguir vaciar la mente de pensamientos y renovarla. Un bypass neuronal que lamentas que termine y agradeces que acabe al mismo tiempo.
Juan de Yepes lo explica mejor que yo:
Cuanto más alto se sube,
tanto menos se entendía,
que es la tenebrosa nube
que a la noche esclarecía:
De la duda tenebrosa nace la confianza, que cuando se abusa de ella se convierte en estupidez humana. Quizás por eso corro, por huir de la estupidez humana que a veces me invade. Por renovar mis dudas llenándolas de confianza. Por entretenimiento. Por aburrimiento, tal vez…
Hoy en día leer sale más barato que correr, y es más fácil; sobre todo, si no sabes correr…, como yo.
Y el cortafuegos, pues que están en su derecho de poner el recorrido que quieran, que para eso organizan la carrera y avisan con el perfil, pero que el año que viene creo (duda) que no iré. De todos modos se agotan los dorsales en menos de un día…, no creo que me echen de menos.
Como siempre, nuestro literato más ilustre no podría haberlo explicado mejor. Mi querido D.FRANCISCO, eres un ejemplo a seguir y, aunque no cumplieras tu promesa de acompañarme, se que cada zancada del camino pensabas en cuantas ganas tendrías de vernos llegar uno a uno a la meta…. y supongo que, en las cuestas abajo, mirarías de vez en cuando hacía atrás, a ver si estaba la mami acechando, me equivoco???? Genial tu crónica y espero y deseo que esa duda para el año que viene, se convierta pronto en una afirmación de tu asistencia porque la Pinsapo sin ti, no es lo mismo!!!!
Muchas gracias!!! Señora. Fui mirando los tiempos de paso del último avituayamiento para ver cuánto me sacaste en el último tramo de descenso, jeje.
Paco, muchas gracias por compartir entrenamientos, inquietudes y momentos como éstos de una manera tan especial. Nos vemos en la próxima!!
Pacooooo eres un monstruo y lo sabes.Suerte en tu prosimo reto 101?